domingo, 25 de septiembre de 2016

2016 CIRC. ÚBEDA-ARROYO DEHESA-STA.EULALIA-SAN BARTOLOMÉ-FTE. ALAMEDA-ÚBEDA

Una nueva ruta circular aprovechando la buena temperatura.
Hoy he  salido por la Hospital San Juan de la Cruz dirección a El Mármol y nada más pasar el puente giro a la derecha (Las Ruinas)

Continúo por esa carretera hasta pasado el polígono agrícola en donde desaparece el asfalto y se convierte en tierra y piedras,(versión andaluza de las corredoiras gallegas).
Esta pista va a unirse en su momento con la carretera que desde Úbeba llega hasta la pedanía de El Mármol.
Un grupo de amigos ciclistas, Juan Linares y Pepe López, la llamamos ruta del conejo, porque cuando en 1994 empezábamos a preparar nuestro primer Camino de Santiago en bicicleta desde Roncesvalles, eran bastantes los que se nos cruzaban. Ya hay menos y en alguna ocasión se ve uno que otro.
Pero  hoy  me desvío antes.  Tomo el primer cruce a la derecha que en descenso me llevará hasta el Arroyo de la Dehesa.
Desvío a la derecha

Arroyo de la Dehesa
El arroyo está totalmente seco; pero recuerdo haberlo pasado en otras ocasiones con el agua casi hasta la altura de los pedales.
Una vez atravesado comienza un "sube y baja" breve con alguna pendiente brusca del 13%.
El paisaje a nuestra izquierda es bonito: la ruta del conejo atraviesa la ladera, El Mármol al fondo y se adivina también en la lejanía Vilches y de noche La Carolina.
Panorámica con El Mármol al fondo
A continuación lo que sigue es un suave y continuo ascenso con un desnivel medio del 6%, que nos lleva hasta la aldea de Santa Eulalia, a la que accedemos por el campo de fútbol y zona de acampada.
Hago una foto del lavadero público y de una panorámica desde un alto de la aldea en donde se divisa el nivel bajo del pantano del Giribaile así como el camino llevado por el que pasé hacía unos minutos.

Panorámica con el Giribaile al fondo
A la salida de Santa Eulalia en lugar de coger la carretera, tomo un carril que de frente continúa dejando la Cooperativa de aceite a la izquierda.
Este carril del que desconozco el nombre, nos lleva tras varios kilómetros de descenso a conectar con la carretera que viene desde Vilches, casi en el momento de acabar la cuesta.
Justo en el punto kilométrico 44, con cuidado pues hay que cruzar la carretera, tomamos un desvío a la izquierda. Es lo poco que queda del antiguo trazado.
Continuamos entre olivos y el camino nos lleva a la intersección con otro perpendicular. Giramos a la izquierda y sin posibilidad de error si siempre  giramos  a partir de entonces a derechas nos lleva tras aproximadamente seis kilómtros a una nave-casa que se distingue por tener unos mosaicos de la imagen de Jesús Nazareno y la Virgen de Guadalupe.
Antes habremos podido apreciar una cruz de granito junto a los restos de una vivienda de la que sólo de ha salvado de los continuos actos de vandalismo "casi", un mosaico de San Francisco de Padua.




Nuestro camino nos lleva a la carretera que viene de Sabiote, que tomamos en ese sentido hasta una rotonda inmediata en donde gestionamos la segunda salida para por camino rural paralelo a la carretera, en alto, avanzar en dirección a Torreperogil, hasta llegar a otra rotonda que nos sirve para cambiar de "mano" y entonces por la derecha llegar hasta San Bartolomé.
Ahora toca volver a Úbeda y lo hacemos por lo que pienso, en su día tuvo que ser el camino que uniera ambos núcleos urbanos, pues hay aún lienzos que atestiguan el empedrado, que subsiste el paso de los decenios.
Se toma a la derecha justo cuando se llega al campo de fútbol.


Restos del antiguo empedrado

Tras cruzar la carretera del antiguo vertedero de escombros y después de pasar junto a varias caserías, llegamos a la Fuente de la Alameda.
He tenido una grata sorpresa al ver como la dejaron un grupo de ciudadanos hace poco tiempo cuando procedieron a su limpieza.
Yo, que por razones familiares, mi abuela vivió en la calle Valencia, conocí en todo su esplendor esa fuente a la que gran número de personas iban a llenar los cántaros con agua que decían era muy buena, no puedo más que congraturarme del estado en que está; aunque el agua jamás volverá a salir por sus tres caños como lo hacía el siglo pasado.

Fuente de La Alameda 
Ya quedaba poco. Solo una bajada para por el llamado camino del charcón, pasando por lo que queda de la antiguamente famosa huerta de Juan Moreno, llegar a los pìes de la zona amurallada.

Casa de la huerta de Juan Moreno
La inconfundible cúpula de la Iglesia de San Miguel nos da la bienvenida a la Ciudad de Los Cerros.
Sólo queda un último esfuerzo para superar una fuerte pendiente que nos dejará en el mirador.
Allí acabó el paseo. A la sombra de una higuera que tiende sus ramas sobre la bancada, hilvano unas notas que después me servirán para el pequeño relato que acabo de hacer.
Para el que haya tenido la paciencia de llegar al final, gracias.


Domingo, 25 de septiembre de 2016
José Espino Vecino.

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