miércoles, 5 de abril de 2017

SENDERO LAS VIÑAS EN SIERRA MÁGINA

El Sendero Las Viñas en Sierra Mágina, es un recorrido de diez kilómetros, circular, que podemos disfrutar y que lo tenemos muy cerca, en la vecina población de Bedmar y más concretamente en el Santuario  de la Virgen de Cuadros.

La primera vez que lo recorrimos fue en febrero de 2002. Después lo hemos repetido en varias ocasiones; pero ya eran más de diez años  que no volvíamos a pisar sus empinadas cuestas.
Las veces anteriores el punto de inicio fue distinto; pero como​ ahora está inaccesible, el relato lo haré en base al que es usado en la actualidad y que es más bonito.

El campamento base, es decir el lugar de estacionamiento del vehículo está en el aparcamiento del Santuario de Cuadros, a no más de tres kilómetros de Bedmar.

Desde allí bajaremos por la carretera setecientos metros, hasta el punto de confluencia de una pista forestal que se sitúa a la derecha.  Continuamos por ésta hasta que llegamos a la zona recreativa del Adelfal de Cuadros, que es el punto oficial de inicio del Sendero Las Viñas.

Bien es cierto que en ese mismo lugar tiene su origen otra ruta que recorre el Adelfal de Cuadros por la ribera derecha del río en su sentido natural, mucho más corta y totalmente plana.

A la derecha, después de salvar un puente de madera sobre el río, en la misma área recreativa empezamos nuestro recorrido.

 Casi llegando al área recreativa, dispuestos a la aventura

 Primera foto de recuerdo en el área recreativa

 Aspecto del río a su paso por la zona recreativa.

Una vez pasado el puente, a nuestra derecha según un indicador, se inicia la senda. Pasamos por una fuente en la que no se garantiza la potabilidad del agua, para tomar unas escaleras que girando a la izquierda nos llevará primero ascendiendo y después llaneando, pon un sendero bastante estrecho que por la orilla izquierda del río nos permitirá ir remontando por su cauce hasta llegar al punto en donde verdaderamente iniciaremos la ascensión al monte Carluco.

Durante su recorrido transitaremos por barrancos agrestes y subiremos hasta ubicaciones privilegiadas desde las que divisaremos amplias panorámicas de Sierra Mágina.
Una variada vegetación se ofrecerá a nuestro paso, tanto natural como cultivada.

 Fuente de agua no potable. Las escaleras... a la derecha.

El inicio se hace por un a estrecha vereda que obliga a ir en fila india.

Durante el tramo paralelo al río,  si volvemos la cabeza se puede apreciar el torreón de Cuadros
en el horizonte, ocupando el resto de la fotografía un bosque de pino carrasco.

Un poco más adelante, a nuestra derecha, una cueva o abrigo natural muy atractiva y que ha tenido que servir de refugio tanto a personas como a animales.

 Aspecto general de la cueva.

 Detalle del interior.

El río, en esta época y debido a la pertinaz sequía,  ofrece un aspecto pobre de caudal, lo que no excluye la belleza del paraje por el que discurre.

 Río Cuadros.....con un caudal escaso

 Es la hora de hacer un alto, cambiar impresiones y tomar agua
Nos espera  la ascensión.
La flecha del Camino de Santiago nos acompaña.
Buen presagio......

Nuestro caminar continúa paralelo al río, en alguna ocasiones a cielo abierto y otras al abrigo de grandes adelfales que casi conforman un bosquecillo.

La senda se mantiene esctrecha

Las adelfas ofrecen una sombra muy acogedora que se agradece, sobre todo en pleno verano

A pesar de la escasez de agua, el paisaje es muy bonito

En estas excursiones sucede como en los documentales de la televisión, claro está, salvando las distancias..... y no es más que para hacer la fotografía o rodar el movimiento, hay que ir delante del grupo. Éste fue mi caso.

                                             
                                      
Nueva paradita.... Nos aproximamos a la base del Carluco.

Al  principio del relato comentaba que las primeras veces que hicimos el recorrido lo iniciamos en otro punto,
Aquél, siguiendo la pista forestal dejaba a la derecha el área recreativa y continuaba subiendo varios kilómetros hasta encontrar el indicador que te dirigía ladera abajo hasta encontrarse con el río Cuadros, que había que atravesar e inmediatamente subir el Carluco.
La fotografía que sigue  corresponde al lugar en que se atravesaba el río, antes comentado.
Como se aprecia la forma de pasarlo era y es muy rudimentaria.

                                               
Lugar en donde se cruza el río si hacemos la ruta como años atrás era anunciada.

Nada más cruzar el río o inmediatamente de dejarlo a nuestra izquierda, nos encontramos con un indicador direccional doble.
A la izquierda nos indica la dirección al sendero de Caño del Aguadero.
Si seguimos la otra flecha, empezamos el camino del Carluco en el Sendero Las Viñas.
Hay que subir con tranquilidad, pues la subida es larga y con pendiente. Téngase en cuenta que en dos kilometros de ascensión subimos mas de cuatrocientos metros, desde los 500 hasta más de los 900, según indicaba el GPS, lo que significa un desnivel medio del 20%, con algunas rampas de más del 35%.
No es sólo éste el motivo de la tranquilidad en la ascensión. También lo requiere el ir contemplando la belleza de los paisajes que se ofrecen a nuestra vista y la diversidad de vegetación que a ambos lados del sendero se ofrece con todo su esplendor.

Poste bidireccional indicador del Caño del Aguadero y del Sendero de Las Vi´ñas.
En segundo plano un majestuso pino carrasco.

Detalle del anterior

Bosque de pino carrasco en el que se han hecho algunos aclareos.

Son muchos los parajes que ofrecen un bello fondo para  plasmar el recuerdo de nuestro paso

Si el árbol que predomina es el pino, es  también variada la vegetación de tierra que podemos ver y que hace años tenían un panel indicador de su demoninación científica, características y demás información interesante para todos, con independencia de su afición o no, a la botánica; pero la mano del hombre se ha encargado de destrozarlos y sólo hemos podido ver dos de los que uno estaba tumbado en el suelo.
No tenemos remedio.....
Algunas de las plantas que podemos ver son el aladierno, el romero, la zarzaparrilla, el enebro, el lentisco, el tomillo.....que huyen las frecuentes heladas del fondo del barranco.

Zarzaparrilla  enlazada con otras plantas

Otra vista de la zarzaparrrilla que debido a la época, aún no tenía el fruto tan apreciado.

Panel  con la características del enebro-

Planta del enebro

                                      
Panel del lentisco

Lentisco

Romero

Tomillo

Esta parte del sendero, utilizado tradicionalmente para el tránsito de caballerías con carga e incluso de carretas, tiene reforzando algunos tramos, diques de piedra en sección, es decir, sin ir trabado en cemento ni otro material similar.

                                     
Ejemplo del refuerzo indicado antes.

Vista a izquierda desde el punto anterior

Desde el mismo punto, la visión a la derecha.


Casi en la cima, en un claro entre los árboles, se divisan rocas calizas de color rojizo debido a la presencia de óxidos de hierro.
Igualmente se pueden divisar el Pico Carboneras y el Campanario.

Rocas calizas de color rojizo

Pico Carboneras a la izquierda. El Campanario a la derecha.

 Panorámica ampliada de la vista anterior, en donde se pueden distinguir los dos picos

 Estampa típica de Sierra Mágina

 Estamos casi en la cima....los pinos siguen estando presentes.

Llegamos a lo alto. Ha sido en algunos tramos una dura subida; pero mereció la pena el esfuerzo.
En la zona casi llana que sigue, en la que junto a los pinos, abundan los espárragos, acebuches y hiniestas, es la que se denomina Las Viñas, cultivo que desapareció hace más de un siglo debido a la plaga de la filoxera.
 El sendero, ya en llano.

 Una rústica barrera interrumpe el paso;  pero no hay que preocuparse, hay un cartel que indica 
que cerremos la puerta después de pasar

 Pasando la puerta (1)
 Pasando la puerta (2)

Comienza el descenso; pero antes, en la parte más alta se pueden ver panorámicas de impresión.
Baeza, Begijar, Úbeda, Sabiote, Bedmar, se identifican fácilmente.

Bedmar enmarcada por la vegetación

Serrezuela de Bedmar. A la derecha  el cerro de  Las Golondrinas.
Bedmar a sus pies.

El sendero, ya en apreciable descenso, se transforma nuevamente en una pista forestal, que poco a poco va dejando el pinar  y desemboca en terreno de olivar.
En esta zona se encuentra vegetación arbustiva y arbórea natural formada por coscojas, aladierno y cornicabra.
 Pista forestal con abundante vegetación en sus lados.

 El Torcal al frente,, con su caprichosa disposición de  estratos rocosos.

Llegamos así a la fuente de la Fresneda, un abrevadero perteneciente a la vereda real.
En la fuente, en donde ya no quedan fresnos, es frecuente observar jilgueros, verdecillos, pardillos petirrojos y mirlos entre las aves, además de renacuajos de sapo común según la época.

 Fuente de La Fresneda

Detalle del desagüe de la fuente.


Seguimos en continua bajada por un piso en parte peligroso por la cantidad de piedras y chinas sueltas, que obliga a extremar la precaución. Así, unos doscientos metros más abajo nos cruzamos en sendero de gran recorrido GR-7.
Mas abajo, nos encontramos con un desvío que potestativamente nos permite visitar el Torreón de Cuadros, al que se llega por un camino entre olivares.

 
El sendero de la derecha es el que desciende del Carcluco
El panel indica que a  700 metros está el torreón.

Esta torre o atalaya es de planta cilíndrica de 6,37 metros de diámetro y 12 de altura.
Los muros miden 1,6 metros de grosor y están perforados por tres saeteras.
La torre está desmochada y ha perdido el parapeto de su terraza. El interior estaba dividido en tres plantas.
Las dos primeras tuvieron techumbre de madera (aún se pueden observar en el muro los mechinales de las vigas de madera).
La planta superior tenía por cubierta una cúpula semiesférica que cubría la terraza.
Debía ascenderse por escalera de madera y a la terraza por la escalera empotrada en el muro, accediéndose a ella por un vano rematado por arco de medio punto.
En el aposento intermedio, que está al nivel de la entrada, se abre una saetera muy derramada hacia el interior y cubierta de bóveda.
La entrada se cubre con bóveda apuntada.
La habitación inferior debió de servir como almacén, puesto que no presenta ningún punto de luz ni ventilación y sólo tiene 1,5 metros de altura.
También pudo ser un aljibe; aunque no se aprecian restos de calafateado en los muros.
Otra saetera se abre en el habitáculo superior, justo encima de la correspondiente del piso intermedio e igualmente, muy vaciada hacia adentro y cubierta por bóveda apuntada.
El encuadre exterior de las saeteras y el perfil de los vanos de la entrada a la torre y a la terraza son de sillería.


 Panel ilustrativo del Torreón

 Torreón de Cuadros.

En el torreón acaba propiamente el recorrido; pero aún hemos de caminar más de un kilómetro hasta llegar, recuerden, a nuestro campamento base. El aparcamiento.

Una vez allí no podemos abandonar el lugar sin visitar dos sitios.
El primero la llamada Cueva del Agua, que es una formación de toba, bajo la cual circula el río.

 Fuente de doble caño opuesto en la explanada del Santuario de Cuadros

Camino de  la Cueva del Agua


Interior de la Cueva del Agua


Última fotografía de recuerdo

El segundo, la Ermita de la Virgen de Cuadros, patrona de Bedmar.


 Ermita de Cuadros


Interior de la Ermita
El camarín de la Virgen sobre el Altar Mayor


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